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  Poesía mapuche
 

POESÍA MAPUCHE Y TRADICIÓN ORAL

 
 
Ir a reseña de Jaime ValdiviesoLa tradición oral, “el arte de la palabra” mapuche se pierde en el tiempo, como lo demuestran las múltiples formas de los relatos y canciones, y se extiende hasta ahora. Esta tradición oral es una de las formas en que el ethos del pueblo se va trasmitiendo de generación en generación. Mitos y ritos, cuentos, poesía, relatos verídicos y fantásticos confluyen para constituir un modo de expresar la diferencia. La capacidad de oratoria, de “hablar bien” es un rasgo muy valorado entre los mapuche y este “hablar bien”(ser un weupin), significa conservar la “lengua de la tierra”(el mapuzungun) y con ella los contenidos que determinan una cosmovisión, una manera de entender el mundo, las cosas y las relaciones entre ellas.(3)
 
Escritura y poesía actual
 
Junto a la tradición oral, desde comienzos del siglo pasado se ha desarrollado una escritura mapuche, que en este momento constituye un movimiento de poetas que combinan formas de la oralidad ancestral con expresiones literarias de la cultura occidental.
         El pueblo mapuche ha tenido que desarrollar diversas estrategias en su desenvolvimiento cultural, una de ellas es la emergencia de distintas organizaciones a partir de l910, las que tienen por objetivo, un trabajo reivindicativo tanto en el ámbito político, social, cultural y educacional, todo esto dentro de un planteamiento de defensa de los intereses mapuche. Un ejemplo de este trabajo fue el llevado a cabo por la Sociedad Caupolicán, defensora de la Araucanía. La idea central de esta organización era lograr la igualdad entre Mapuche y Huinca, mediante la educación. Los mapuche deberían ser educados y tener los mismos derechos que los no mapuche, así el aprender a hablar y escribir el castellano fue de gran importancia, fue usado para defenderse contra los abusos y los engaños. De esta manera... “hay una estrecha relación entre recuperación de elementos culturales propios y superación del estado de postergación social y económica, lo cual otorga un valor fundamental al hecho educativo como instrumento de redención”.(4)
         El paso de la oralidad a la escritura ha sido un recurso por parte de los autores mapuche, una forma de fijar en el papel testimonios que resultan vitales al momento de pensar la reconstrucción como pueblo, sin olvidar las múltiples riquezas que poseen los relatos orales, llenos de emoción y sentimientos. Sobre todo en aquellas canciones y epeu tradicionales que fueron las primeras recopilaciones que escribieron y que darán paso a la poesía mapuche. En el caso de la poesía, las creaciones que originalmente eran cantadas empezaron a ser escritas.(5)
        
Los precursores
 
Los primeros autores mapuche que incursionaron en la poesía son: Guillermo Igayman, Antonio Painemal, Anselmo Quilaqueo. A.T Antillanca y Teodoberto Neculmán. Estos primeros escritos ya demuestran el tono de conciencia y defensa de un pasado glorioso y dan cuenta de la nueva situación de opresión y despojo que han debido enfrentar. Se percibe además el contraste entre un pueblo que logró por la fuerza una cierta autonomía, poseedor de un territorio, en contraste con la situación de un pueblo sujeto a la dominación del Estado chileno a partir de la República. Así el caso de Teodoberto Neculmán:
 
                               Vamos diciendo Galvarino
                               En distintos tonos de voces
                               Necesitamos sólo revelarnos
                               Frente a nuestros adversarios.(6)
 
         Igualmente Guillermo Igayman en su poema “Alma de Arauco”, exalta el pasado y advierte su alma guerrera
                               Dormida:
 
                               Sigue ¡oh alma araucana!
                               Como antigua leyenda en nuestra tierra
                               Pues tu eres lucero de la mañana
                               Y la diosa dormida de la guerra(7)
         Antonio Painemal en “Viejo Arauco” continúa este espíritu de los antiguos guerreros:
 
                               Te vengaste del castigo que tuviste
                               Y es por eso que tu nombre se levanta
                               Recordando la tragedia que ocultaste
                               Tu campo, ay Arauco, hoy te canta.
 
                               En el espejo del Bío-Bío
                               Donde juraste defenderte hasta morir
                               Donde luchaste con ímpetu bravío
                               Hoy a tu raza vemos sonreír.
 
                               Viejo Arauco al verte ahora
                               Siento en mi pecho un latido
                               Tú, viejo pueblo, nos recuerdas
                               Que jamás fuiste vencido.(8)
 
         Pero en la medida que avanzamos hacia la poesía más actual, vemos que de una u otra manera igualmente se manifiesta una determinada resistencia: ya por el sólo hecho de expresar una tristeza y melancolía por un mundo que se ha perdido, y que por el sólo hecho de describirlo, se le concede un valor ético y espiritual, o bien es la rebeldía en contra de la injusticia de una sociedad y un Estado que les ha arrebatado sus tierras y sus bosques y ha pretendido hacerlos desaparecer como etnia y como cultura.
         Pero como acontece siempre en la historia, a una determinada toma de conciencia y manejo de la escritura, de los mecanismos conceptuales y lógicos del discurso del opresor, corresponde igualmente una actitud más decidida y rebelde respecto a la recuperación de las tierras y a la necesidad de un estatus político y social que signifique la recuperación de su lengua y su cultura. Es lo que está sucediendo en estos momentos en Chile: cuando la vida no vale la pena vivirla, sí vale la pena morir por conseguir que valga la pena. Junto a una poesía cuyo contenido se manifiesta en algunos ligada a un alto nivel estético, y a un discurso político y cultural de un claro grado de conceptualización y rigurosa estructura de pensamiento, ese es el momento en que un pueblo exige un cambio en las relaciones con el Estado que lo ha mantenido durante un largo tiempo en una situación de intolerable injusticia.
         Veamos ahora el caso de poetas cuya protesta se manifiesta al nivel de la tristeza y añoranza de un mundo que se fue: la pérdida de la tierra y de la convivencia trascendente con la naturaleza, en un lenguaje más ambiguo, simbólico y mítico, con un mayor acento en lo lírico y subjetivo reflejo de una mayor conciencia en la palabra poética y sus pulsaciones rítmicas y sonoras.
 
                Cuando ha desaparecido alguna costumbre
                               Queda como un vacío.
                Es como si el fuego hubiera hecho su obra
                               Destructora.
                Antes en mi tierra los mayores se juntaban a
                               Conversar y parlamentar
                Ahora ya no hay nada de eso.
                Es triste así la vida en mi tierra
                Y no veo nada que me llame la atención.
                Sólo dos zorzales que lloran amargamente:
                     Porque sienten pena.
(Julián Hueitra)

 
                               Por todas las tierras pasé
                               Pasé, compañero.
                               No conozco las tierras:
                               Montenegro se llama el lugar, pasé,
                               Sauce Blanco se llama.
                               Chol Chol se llama.
                               En el vigor de mi corazón
                               Vine a descansar.
                               En la tierra de los manzanos.
                               Volví a parar
                               A esta tierra:
                               Compañero, compañero,
                               Por todas las tierras pasé.
(Pascual Painemilla)
 
                               LA LOIKA
 
                               ¿Por qué canta la loika?
                               Si le han cortado el árbol
                               Donde solía cantar,
                               Tendrá que buscar uno nuevo
                               Cantando se va.
                               ¿Por qué canta la loika?
                               Si le han robado la tierra
                                                                Donde iba a anidar
 Tendrá que buscar tierras nuevas
 Cantando se va.
 ¿por qué canta la loika?
 Si no le dejan migajas
                               Para comer
                               Porque el fruto de sus bosques
                               Se lo robaron en un amanecer
                               La loika canta por no comer
                               ¿Loika, por qué cantas,
                               sólo por trinar?
                               -Canto por mi árbol, migajas, tierras,
                               por lo que fue mío ayer.
                               -Canto por la pena de perderlo...
                               y porque loikas
un día se perderán.
(Graciela Huinao)
 
        
         
MENSAJERO
 
         Vengo llegando en este día
         A recoger la palabra estancada en tu garganta
         Iré entonces me dije,
         A recoger mi mensaje
         Por eso me bajé del caballo
         Cerca de las llamas de tu fogón
         Porque quiero recoger tu aliento
         Porque los hombres hablamos
         Esta es mi palabra
         Que está amontonada en mi boca
         Busca pues tu parecer
         Tienes todo este día
         Nos entenderemos
         Miraremos cómo los años
         Van dando vueltas por la tierra
         Ese es pues mi parecer.(9)
(Leoniel Lienlaf)
 
 
         Y finalmente el poeta que ha hecho de la cosmovisión Mapuche y de los valores de sus antepasados y de sus dioses, el principal material de su creación, trasmitiendo sin pretensiones didácticas o panfletarias la belleza de una concepción del mundo y de una convivencia social y familiar asentada en el poder del espíritu, y en un diálogo permanente con la naturaleza: me refiero a Elicura Chihuailaf Nahuelpán conocido como el representante más genuino de un intelectual mapuche que se ha dado a la tarea de trasmitir en el pensamiento, y fundamentalmente en la poesía, los valores de un pueblo desdeñado y desconocido en un país que aún no asume plenamente el rico legado de una cultura, no sólo de grandes guerreros en el pasado, sino poseedor de una sabiduría que para los pocos que la conocemos, constituye un orgullo y una fuente continua de reflexión ante un mundo donde la competencia, la insolidaridad y la enajenación de la naturaleza van envenenando día a día el alma de los hombres. Veamos algunos ejemplos de su poesía:
 
EL SILENCIO DE LOS BOSQUES
 
                Mi padre y yo solemos charlar hasta
                 La madrugada
                Bebiendo el vino de la pena y la esperanza
                ¿Alguien puede evitar el otoño del oeste?
                 Me dice
                Los ríos van perdiendo su profundidad
                El caudal de la sabiduría
                Y comienzan a añorar el silencio
                 De sus bosques
                Nosotros pensamos en el hijo, el hermano
                 Aun en el exilio
                Hablamos de luchar, mientras los zorros
                Cruzan gritando nuestros campos
 
                Mi padre y yo envejecidos
                Ahora nos miramos entre lágrimas.
 
 
NADA DE MÍ QUEDARÁ
EN ESTA TIERRA
 
Nada de mi quedará en esta Tierra, me digo
En su aire, sólo mi conversación con la luna
En sus aguas una flor: la levedad de la memoria.(10)
 
         Hemos querido trasmitir en este escrito, el sentido de la escritura poética de una tradición afincada muchos siglos en la oralidad, y que con el cambio de los tiempos se ha transformado en un instrumento de transmisión del pasado y a la vez un arma de combate contra la injusticia y el olvido.
 
(fragmento)
 
Esta sangre de labios tras la hierba
abatida por el cielo de marzo diecinueve,
cruda cifra entre cartas de gitanos
levantadas como carpas en la tierra
prometida en silencio y en imagen
y semejanza a los dioses y al destino, esta
sangre de labios tras la hierba -digo- tras
la luz que hiela el alma y las pupilas
de la liebre sorprendida en la autopista
como parda amapola sorprendida (…) (11)
(Jaime Huenún)
 
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NOTAS
 
1.-Bauer, J. Arnold: La sociedad rural chilena. Desde la Conquista Española a nuestros días. Ed. Andrés Bello. 1994. Santiago. Chile.
2.-Chihuailaf, Elicura. Revista “Simpson Siete”. Sociedad de Escritores de Chile. Segundo semestre 1992.
3.-Sonia Montecino. “Simpson Siete”. Segundo semestre l992.
4.-Ariel Antillana, Clorinda Cuminao, César Loncón. Escritos mapuche. 1910-l999. Lom Ediciones. 1999. Santiago, Chile.
5.-Escritos mapuche.
6.-Opus cit.
7.-Opus cit.
8.-Opus cit.
9.-Simpson siete.
10.-Simpson siete.
11.- Revista de Literatura Chilena RAYENTRU Nº11, 1996.


* Publicado en Revista Rayentru Nº 20 - primavera del 2000

 
 
 
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