YO JUAN LLAMADO DE LA CRUZ
En los campos de la prisión de Toledo
Yo Juan llamado de la Cruz
Me pasé los días dando de comer hierbas a los asnos
(Si los asnos rechazaban las hierbas
era señal de hierbas venenosas)
No me daban siquiera un plato de lentejas
Tan f1aco estaba que caminaba por el aire
Tocaba a Dios con los pies y con las manos
Comía sólo las hierbas que los asnos comían
Y no era ningún asno
Aunque me encerraban como un asno en una celda
A latigazo limpio echando afuera mis demonios:
Nada y nada hasta dar un pellejo y otro por mi Amado
Rebelde desobediente contumaz me gritaban
mis guardianes únicos demonios
No pudieron aplicarme la ley de la fuga
(Que muchas ganas al parecer tenían)
Yo mismo me fugué por mis propios medios de la cárcel
Sin traje de soldado sin traje de travestista
Con mi pobre sayal de arpillera de Almodóvar del Campo
Y como caminaba por el aire no dejé huella alguna
A no ser mi amor de Dios f1otando en ese aire.
EL AMOR SE BURLA DEL FIN DEL MUNDO
Ahora que la joven Edith Piaf canta
una vieja canción de amor
Pienso en un viaje
que realizaré en un siglo venidero
Cuando toda la tierra sea de seguro esa canción
Y nadie ya me recuerde ni siquiera me busque
El día de ese Siglo
los claustros a la par que los burdeles
las metrópolis al igual que las aldeas
Serán consumida, por esa canción de amor
Y yo andaré a la manera del pecado original
Burlándome del fin del mundo
Porque sólo el amor (en una canción de Edith Piaf)
puede burlarse del fin del mundo.
(Del libro Huerfanías)