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  Delia Domínguez - poemas
 


DELIA DOMÍNGUEZ- Poemas


  

SABIDURÍA DE GALLINERO I
 
La cosa es saber si abrir los ojos     sólo al tanteo
si el huevo está producido o está huero.
 
porque si está huero
seríamos nonatos     yemas de culebrón
y el poema que estoy escribiendo
no se escribiría nunca, a no ser, que
el propio Resucitado empollara
y entonces:
 
          creo en Dios Madre todopoderoso...
 
 

 
PAPEL DE ANTECEDENTES
 
Yo católica     mestiza
minimalista y campesina.
 
Yo perrera y caballera     de ombligo amarrado a
la telúrica     madrecita tierna de
nunca acabar.
 
Yo de sesenta para arriba y para abajo
me sé de corrido los Diez Mandamientos.
El Ojo (o-j-o)     y la Pastoral de L. van Beethoven.
 
 


VEO LA SUERTE POR LA YEGUAS
 
Se revuelcan las yeguas en el pasto ovillo     como jugando
como muriendo     las yeguas.
 
No se paran las yeguas, yo digo     es la malura,
yo digo     alguien muere hoy
algo grande va a pasar aquí si no se paran pronto
estas yeguas mulatas
que me trajinan por el sistema arterial
por el hueso sacro
por el sistema cerebro-inmemorial
con toda la historia de la casa     como las Polonesas
el Danubio     y la Marcha Triunfal.
 
Las señales no mienten,
si no se paran las yeguas se nubla toda la suerte.
Naipe revuelto     a estas alturas
nadie puede ordenar a los hijos del paraíso.
 
Todo es un galope de yeguas volteadas
sobre el óxido empastado de América del Sur.
 
 


SABIDURÍA DE GALLINERO III
(En lo tocante al amor y a su galaxia)
 
Las estrellas cuando mueren     dejan un hoyo negro
Los que amamos cuando mueren     dejan un hoyo negro.
Pero     si tú mueres y yo muero
no quedará un hoyo negro sino una astrología en
la carta cósmica     una escritura tan elemental
que podrá ser leída hasta por los niños que no
saben leer.
 
Esta vendría siendo mi sabiduría, mi física cuántica,
en lo tocante a la galaxia, a la ecuación poética resuelta
como sigue: "escribir por ejemplo, la noche está estrellada
y tiritan azules los astros a lo lejos".
 


 
ADIÓS DIENTE DE LECHE
 
Si desaparezco por desaparecimiento -acto natural-
será mi Dios que terminó la muda de los dientes.
 
que la infancia no siguió corriendo     que por algún lado
me llegó la hora de cargar con el juicio de
la muela del juicio.
 
Pero si desaparezco por muerte -acto natural- sólo será
una imitación de muerte, un paso de baile para recuperar la
leche de mis inocencias y de mis indecencias.
 
 
porque si todo sigue, más o menos igual, y las bandadas
de gansos vuelven a pasar con Nils Hölgerson (o con Teillier)
a una cuarta de mi cabeza y tú, mi Dios, decides
darme asiento como allegada en las afueras del paraíso
y decides que luzca como angelito de arriba en vez de
angelita de abajo,
tendré que pronunciarme entre la salvación y la condenación
-sin saber cuál es la salvación tendré que pronunciarme,
 
y sin abrir la boca para que nadie me haga saltar la leche
de los dientes de leche, entonces     despedida y
muda ante ti,     mi Dios.
 
(poemas del libro La Gallina Castellana y Otros Huevos)


* Publicados en Revista
 Literaria Rayentru Nº13 - octubre de 1998

 
 
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