Rayentru virtual
  Flopy
 

Fernando FLOPY López

Canciones

 

LA MUERTE EN FOXTROT
 
El sólo pensar que un día me moriré
me aterra mucho, me enferma mucho.
Un día tendrá que suceder
al fin y al cabo todos
van a fallecer.
Tú y yo, yo y tú, público en general
todos se tendrán que mandar a cambiar
en un bonito fune, fune, fune, funeral.
 
Está muy bien "que se mueran los feos",
está súper poblado nuestro planeta,
no es que sea un anacoreta,
me embargaría una enorme tristeza.
No quiero morir, no quiero morir
lo grito a todo pulmón;
y que pasaría si no hay cielo ni Dios,
me arrepentiría de no haber pecado mucho más.
 
Yo no deseo morir de viejo
ni de joven quiero morir.
Yo no deseo fallecer,
no deseo que al cementerio me vayan a ver.
No quiero servir de alimento pa' los gusanos,
no quiero que se pudran mis hermosas manos:
no podría tocar la guitarra así.
 
De sólo pensar en la muerte
se me paran los pelos, se me paran los pelos.
Ya no deseo más pensar
en ese misterio, pero pienso igual.
No quiero morir, no quiero morir, deseo ser inmortal;
de sólo pensar que mi cuerpo se pudrirá
me da un asco, me da un asco atroz.
 
De sólo pensar que un día me moriré
me arrepiento mucho de haber nacido.
De sólo pensar en lo que me espera
ya estoy maldiciendo a la partera.
No pedí nacer, no pedí nacer
ahora no pido morir,
creo que lo más justo es que siga aquí
viviendo eternamente, jodiendo.
 
Yo no sé a quién se le tuvo que ocurrir
FÚNEBRE: que los seres humanos tenemos que morir.
 
 


EL DOLOR DE MUELAS
 
Nada hay más terrible que un gran dolor de muela,
es algo insoportable, un suplicio atroz.
Dígame señor si acaso miento yo
para no angustiarme hice esta canción.
       Se te puede morir tu madre
o se te puede morir tu padre;
se te puede morir el gato
o te pueden violar un rato,
pero no hay nada más terrible:
el dolor de muela es invivible.
 
Mejor hubiera sido no haber nacido nunca,
si hubiera sabido lo que me esperaba
habría aguantado hasta que inventaran
la forma de venir desde guagua con la placa.
      Se te puede perder tu hijo;
te puede dejar tu mujer:
puedes pinchar un alfiler;
te pueden echar del alquiler,
pero no hay nada más doloroso:
el dolor de muela es espantoso.
 
Gracias a esta canción yo pasaré a la historia.
Decía mi abuelita haciendo memoria
que este dolor viene de la prehistoria,
el pobre cavernícola a mazazo en la mandíbula.
      Podrías morir de a poco;
podrías cortarte un coco;
se te puede quemar el arroz;
se te puede acabar el confort;
te puedes quemar el popó,
pero no hay nada más lacerante:
el dolor de muela es aplastante.
 
Nada hay más terrible que un dolor de muela,
no hay comparación con nada peor.
Dice una mujer que en un dolor
de parto no se sufre tanto:
el dolor de muela es un espanto.
      Podrías estar bien preso
o tener la pata con yeso;
podría partirte un rayo
o caerte de un caballo;
podrían pisarte los callos,
pero no hay nada más insufrible:
el dolor de muela es invencible.
 
En el caso que no soportes más este dolor,
te recomiendo con prudencia
y también con certeza:
¡Córtate la cabeza, córtate la cabeza,
córtate la cabeza!
¡Mandandirun dirun dan, tan tan!
 
 
 
 

* Publicadas en Revista Literaria Rayentru Nº9 – octubre de 1995

 
 
 
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